Debido a trabajo, trabajos y acumulación de
obligaciones esta entrada se ha visto retrasada, pero más vale tarde que nunca…o por lo menos eso dicen
Los pasados días 30 de abril y 7 de mayo tuvimos dos
sesiones de teatro social, hace poquito estuvimos hablando de sus precursores
Boal y Freire con lo que no volveré a hablar de los inicios de este teatro ni
de los marcos ni funcionamiento del mismo. Básicamente me voy a centrar en
expresar lo que creo que se sintió y se percibió a nivel grupal durante ambas sesiones.
Llevamos mucho tiempo estresados y para una gran parte
de compañeros la carrera está perdiendo el sentido porque no se nos
proporcionan herramientas, no se nos trasmiten ganas, y se nos dan pocas facilidades antes cualquier adversidad que pueda surgir.
Por ello con estos talleres, a pesar del conocimiento
que algunos teníamos sobre el tema nos sirvieron para desconectar, para volver
a conocernos como compañeros, porque hacía mucho tiempo que por lo menos para
mí ya no lo éramos. A parte de que para muchos y muchas fue algo nuevo,
adquiriendo así una nueva herramienta a mi parecer bastante útil, para poder
trabajar diversos temas en cualquier colectivo, siempre y cuando seamos capaces
de adaptarlo.
Tampoco quiero enredarme mucho, pero quiero agradecer estas dos sesiones tanto al profesor como
a los compañeros, ya que las dos partes hicieron falta para que el taller
saliera como salió.
Escuchamos risas
Vimos sonrisas